Hay teorías físicas que sustentan que el pasado sigue ocurriendo en algún plano que no podemos comprender aún. Es por ello, que nos gusta pensar que aquello que contamos de Natali no es algo que simplemente pasó, sino que aún en algún lugar sigue existiendo.
Al cumplir los 17 años años quienes son del interior siempre se encuentran frente a un dilema: migrar o no migrar. Natali eligió migrar a Mar del Plata cerca de su familia y rodeada de sus amigas de la infancia.
Con mucha determinación se embarcó en la búsqueda de su profesión. Cualquiera pensaría que una adolescente sola en una ciudad nueva sería irresponsable, pero esa no era Natali, ella sólo entendía de dedicación, esfuerzo y amor.
Lograr recibirse en tiempo y forma no es para todos, pero sus mensajes de texto siempre rezaban igual “Hoy no puedo, estoy estudiando” o “Bueno, pero temprano porque tengo que levantarme a estudiar “. Su perseverancia y tenacidad la llevaron a que el 6 de noviembre de 2014 logre su Licenciatura en Kinesiología.
Sin embargo, y a pesar de sus responsabilidades académicas ella siempre tuvo tiempo para escuchar y acompañar a sus amigas, las de toda la vida y también las que sembró en el camino. Porque su noble personalidad no entendía otra manera de vivir, que no fuera con sus seres queridos cerca.
Es por esto que no era extraño verla planear sus viajes “al pueblo “ o esperar que su mamá y su papá la vengan a buscar. De ellos aprendió que su familia era lo más importante y por eso sus sueños eran claros: recibirse, enamorarse y tener hijos para así formar su propia familia. Ella era hija única, y siempre soñó con tener hermanos, por eso sabía qué quería ser mamá más de una vez, para que sus hijos tengan con quien compartir su vida.
Crecer con ella, ver su lucha y entrega por sus sueños es la Natali que siempre llevaremos en nuestros corazones. Una niña dulce e inocente que en Febrero de 2009 llegó a Mar del Plata buscando siempre volver a su querido Oriente.
Con tan sólo 24 años, volvió al lugar que jamás dejó para ejercer como kinesiologa en su consultorio particular y así como lo soñó alguna vez enamorarse y criar a sus hijas.
Durante estos años su tiempo lo dividió entre su profesión, la capacitación constante para brindar lo mejor a toda la comunidad y ser madre. Era imposible imaginar su vida sin proyectos, sueños y sus hijas, que sin dudas son y serán sus verdaderos y grandes amores.
Su historia es breve y sin embargo es imposible no sentir su ausencia porque tuvimos que despedirnos tempranamente, sin saber que la última vez que nos vimos era la última. Un 15 de Marzo de 2022, apagaron su vida y por este hecho pedimos y pediremos justicia.
Para quienes conocimos a Natali, ella vivirá eternamente en cada momento que compartimos, y su nombre resonará cada vez que digamos NI UNA MENOS, NI UNA MÁS JUSTICIA POR NATALI RODRIGUEZ.